Este es el relato fidedigno de los acontecimientos que le sucedieron a Gaspar Galland, Maestro Francmasón, cuando se aventuró a cambiar su vida ordinaria, dando la vuelta al mundo con su velero, entre los años 2007 y 2010, de la era vulgar.
Los nombres de los países, lugares, entidades y organizaciones que se mencionan en esta novela, coinciden plenamente con la realidad, salvo alguna pequeña excepción Los rituales descritos, los relatos históricos, la documentación citada y los lugares visitados a lo largo de la travesía, también son auténticos.
La identidad de algunos personajes se ha cambiado para preservar la intimidad de las personas reales que aparecen en nuestra historia y, en algunos casos, para proteger la integridad de sus vidas.
Gaspar Galland, Maestro Francmasón, es un alto directivo que ha trabajado más de 30 años en importantes empresas multinacionales. Galland, poco a poco, va tomando consciencia que la rutina de su vida ordinaria le está ahogando en la nada. Siempre ha sido un hombre de espíritu libre y siente la necesidad de hacer un paréntesis en su vida para conocerse mejor. Siempre ha tenido un sueño secreto: dar la vuelta al mundo en su velero, en solitario. Cumplidos ya los 53 años, sabe que ha llegado el momento de tomar una decisión: ahora o nunca.
De forma inesperada, LineLand, la compañía alemana en la que ha estado trabajando como Consejero Delegado durante los últimos quince años, le despide. Este duro revés profesional le impulsa para tomar la decisión y prepararse para afrontar esta gran y arriesgada aventura. Antes de empezar con los preparativos de la travesía, comenta esta decisión personal con el Venerable Maestro de su Logia Francmasónica. Hermes, su Maestro, le aconseja que, antes de partir, se reúna con una médium -que muy pocos Hermanos de la Orden conocen- cuyo nombre es Atenea. Ésta ve en él su Destino y le indica que ha llegado la hora de afrontarlo con plena determinación, si de veras quiere evolucionar como ser humano. Para ello, deberá emprender esta difícil travesía alrededor del mundo con su velero y, en la etapa final, afrontar un antiguo enigma.
Con pocos medios económicos y sin experiencia en la navegación oceánica, Galland se embarca con Odiseo, encomendando su cuerpo y su alma inmortal a la Gloria del Gran Arquitecto del Universo.
Su viaje -que durará tres años- está plagado de aventuras, dificultades y vivencias, masónicas y profanas, fascinantes. Después de un viaje lleno de peligros y dificultades, el protagonista consigue llegar a lo que parece ser el destino final de su travesía por mar: la isla de Creta. Para entonces, ya ha sufrido una transformación iniciática interior, fruto de todas las experiencias vividas. En Creta, al observar el laberinto del Minotauro, el protagonista tiene unos instantes de plena consciencia y comprende que debe continuar su viaje iniciático en otro lugar, lejos de esa hermosa isla mediterránea.
Tras varias semanas de investigación, viviendo en casa de un buen Hermano Francmasón -cerca de París-, Galland al fin comprenderá cuál es el auténtico misterio de ese lugar mítico y su propio Destino.